Justicia YA!
Quienes
integramos este espacio nos hemos unido con el objeto de participar activamente para lograr una justicia
independiente y eficiente.
Invitamos a sumarse a
nuestro accionar a todos los profesionales del derecho que compartan nuestro interés
en devolver a la justicia el lugar que ella debe
ocupar, como elemento básico del sistema Democrático
y Republicano de gobierno.
A partir de 1983, la
consolidación del sistema democrático puso fin a los aberrantes
totalitarismos que durante décadas predominaron
en nuestra República.
Sin embargo, algunos indisimulados
intentos del poder político de intervenir la justicia, han
perturbado recientemente el normal desenvolvimiento de su labor.
Nuestra
Constitución Nacional se basa en dos principios rectores fundamentales: la libertad y
la Igualdad. Ellos son esenciales para el desarrollo democrático de la
sociedad, así como para la consagración de los derechos y deberes de todos los
individuos que la componen.
La falta de
una justicia independiente permite que esos principios se violen sistemáticamente, generando
constantes conflictos sociales de difícil resolución.
A lo
que debemos sumarle el hecho de
que ha sufrido un permanente deterioro el funcionamiento de la
justicia, sin que se la haya modernizado al ritmo en que avanzan la sociedad
y la tecnología. Todos estos factores provocan dilaciones
en los procesos y en las etapas investigativas, generando
un sistema ineficiente al par que, en la
mayoría de los casos, la justicia llega tarde, perdiendo
su sentido y la necesaria credibilidad en los ciudadanos.
Por las
razones expuestas, nos hemos propuesto participar activamente en el
intento de contribuir con nuestras propuestas y acciones tendientes
a lograr que el sistema judicial sea
absolutamente independiente, eficiente, ágil y acorde a las
herramientas que nos brindan los avances tecnológicos.
Deseamos
aprovechar las oportunidades que nos
ofrece una justicia de proximidad: desde la participación ciudadana hasta un mayor flujo
en el intercambio y acceso de la información. Finalmente, sostenemos que en
una verdadera democracia se torna importante resaltar los valores éticos de sus representantes, forjando
las condiciones necesarias para que la administración de justicia –delicada
tarea- esté exclusivamente a cargo de magistrados imparciales y probos que
garanticen el cumplimiento efectivo de nuestra Constitución Nacional.